Aminoácido Ácido húmico Fertilizante orgánico

El fertilizante orgánico contiene aproximadamente un 20% de humus y aminoácidos Estos ácidos orgánicos se forman durante el proceso de compostaje de la materia prima.

No toda la materia orgánica se convierte en estos ácidos durante el compostaje, la mayoría de la materia se humedece cuando se pone en el suelo. Este es un proceso lento durante el cual los ácidos húmicos se liberan gradualmente. La presencia y formación de estos ácidos es la parte básica de los fertilizantes orgánicos y es esencial para un cultivo eficiente. Estos ácidos orgánicos forman complejos químicos con las partículas inorgánicas del suelo, lo que da lugar a la liberación de nutrientes bloqueados en las partículas inorgánicas como el fósforo.

El complejo arcilla-calcio-humus tiene una función importante en el suelo. Este complejo tiene la capacidad de absorber aniones y cationes y facilita la liberación de estos iones de nuevo en la solución, poniéndolos a disposición de las plantas. El mismo complejo mantiene el agua, el complejo arcilla-calcio-humus puede absorber agua hasta 15 veces su peso. El resultado es un suelo húmedo que evita la deshidratación, protege el suelo de la erosión, asegura la viabilidad bacteriana en el suelo y garantiza la absorción de agua y nutrientes por parte del cultivo. Este complejo de humus también reacciona con los complejos de fosfato tricálcico y sesquióxido, por lo que el fósforo bloqueado e inmovilizado en estos complejos inorgánicos se desbloquea y se libera en el suelo.

Hay dos tipos de ácidos húmicos en la naturaleza: los ácidos húmicos y los ácidos fúlvicos. Las moléculas de los ácidos fúlvicos son más pequeñas que las de los ácidos húmicos y los ácidos fúlvicos se disuelven mejor que los ácidos húmicos más grandes. El paso lógico en la naturaleza es que el material orgánico, la sustancia orgánica fresca se descompone por acción bacteriana en el ácido húmico y éste se transformará en ácido fúlvico.

Naturalmente este material se descompone lentamente, los ácidos húmicos y fúlvicos se forman lentamente de manera que el suelo se alimenta de estos ácidos esenciales. Además de esto, nuestro fertilizante orgánico contiene muchas proteínas. Las proteínas se descomponen durante el proceso de fermentación y se transforman en aminoácidos. Los aminoácidos activan la vida bacteriana en el suelo y estimulan la actividad de las raíces de los cultivos.